American Painting Contractor

Pintor profesional rescata a Goldendoodle

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Kevin Hoffman

Una historia reconfortante sobre cómo detenerse para ayudar

En una tarde fresca cerca de Union City, Tennessee, el contratista de pintura Monty Byars se dirigía a un lugar de trabajo cuando vio algo inusual: un goldendoodle callejero deambulando cerca del puente del río Obion.

Al principio, Monty asumió que el perro pertenecía a alguien cercano y lo descartó como un perro de campo que exploraba los campos. Pero apenas unos días después, cuando regresaba a casa con la cena de pollo que recogió para su esposa, Mary, el mismo perro volvió a llamar su atención en la misma zona. Esta vez, vio a dos buenos samaritanos ofreciéndole comida al perro.

La curiosidad y la preocupación lo acercaron.

“Resulta que alguien había dejado a este pobre perro, con jaula y todo”, relata Monty. “Esta pobre perra probablemente nunca se habría alejado de su perrera porque la veía como su lugar seguro. Desafortunadamente, donde estaba, seguramente los coyotes la matarían”.

Ante la situación, Monty supo que tenía que actuar. “De ninguna manera iba a dejar que este perro se las arreglara solo”, dice.

Monty tomó una decisión de ayudar en una fracción de segundo. Dejó suficiente espacio en su camioneta para acomodar a la perra y su perrera y la llevó a una clínica de animales cercana.

En la clínica, el personal y los grupos de rescate locales se coordinaron para garantizar que la goldendoodle recibiera la atención médica y un refugio seguro que necesitaba desesperadamente.

El perro, que se estima tenía alrededor de nueve meses, tenía el pelaje muy enredado pero por lo demás estaba sano. Su comportamiento dulce y gentil dejó en claro que sería una compañera maravillosa para una futura familia.

Monty le da crédito a los veterinarios y a los voluntarios de rescate por su rápida acción, asegurando que el perro ahora pueda encontrar un hogar amoroso para siempre.

Desafortunadamente, este incidente no es del todo infrecuente. Monty espera que compartir su historia genere conciencia sobre la importancia de tener una mascota responsable.

“Dejar a un perro porque no puedes cuidarlo o no lo quieres no es la manera de hacerlo”, dice Monty. “Hay gente buena en todo el oeste de Tennessee que está dispuesta a ayudar. Todo lo que tienes que hacer es acercarte”.

La historia del goldendoodle sirve como recordatorio de que los pequeños actos de bondad pueden tener un impacto profundo. Gracias a Monty y a las personas compasivas que intervinieron, este perro que alguna vez estuvo abandonado ahora tiene una segunda oportunidad.

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